El problema más reciente ocurrió en junio, cuando una explosión eléctrica dañó el turbogenerador del portaviones. Durante la investigación, surgieron también sospechas de que el diseño inicial de ciertas partes del turbogenerador fue erróneo. En total, se estimaban las obras de reparación en unos 37 millones de dólares.
"El problema con el turbogenerador está resuelto. Hemos revelado la causa principal [de la avería] y realizamos ciertos arreglos. Espero que volvamos a las pruebas de la planta matriz del portaviones dentro de unas semanas", aseguró el vicealmirante Thomas Moore, jefe de Naval Sea Systems Command de EEUU —rama de la Defensa del país dedicada a la construcción y mantenimiento de buques y de infraestructura naval—.
El verano pasado, el senador republicano John McCain fue más categórico respecto a los retrasos y excesos presupuestarios que acompañan al novedoso buque, valorado en casi 13.000 millones de dólares.
"El avanzado sistema de aterrizaje no es capaz de frenar aviones. El avanzado elevador de municiones no es capaz de elevar municiones. El radar de banda dual no es capaz de manejar las dos bandas del radar", afirmó McCain en un comunicado.
"Aunque todo progrese tal y como la Marina lo planea, el CVN-78 contará con múltiples sistemas no comprobados", añadió el senador.