"Hay toda una corriente en América Latina en materia de seguridad. El chaleco tiene que tener el espacio para alojar las mamas. Si no, les estás dando el masculino y, de acuerdo con las normas internacionales, puede ser un desencadenante de cáncer de mama", explicó a Sputnik Nicolás Masi, secretario general del Sindicato Policial de Buenos Aires (Sipoba).
En el caso de las mujeres en período de lactancia, el sindicalista alertó de los efectos nocivos del chaleco antibalas: "les corta la leche, afectando también a los niños". Según Masi, su agrupación ha hecho presentaciones públicas sobre el tema, "pero el Estado no reconoce a los sindicatos policiales y las precarias condiciones de trabajo del personal de seguridad".
El año pasado, la entonces presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, participó de una ceremonia de lanzamiento de un chaleco antibalas femenino de producción nacional. Sputnik contactó con la empresa estatal responsable del prototipo anunciado, Fabricaciones Militares, pero no explicaron por qué el modelo no ha salido del papel.
La empresa privada colombiana Miguel Caballero, especializada en ropa blindada y con filiales en México y Guatemala, tiene en su catálogo modelos femeninos promovidos en desfiles de su marca. Sin embargo, si bien esos prototipos existen en el mercado, su utilización por las fuerzas públicas de seguridad todavía es algo inusual.
De acuerdo con la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en España, la Comandancia de la ciudad de Toledo, por ejemplo, dispone solamente de un chaleco femenino "para una plantilla de cerca de 200 agentes". El tema salió a la luz tras el caso de una agente llevada a juicio en la ciudad de Valladolid. La acusan de insubordinación por no utilizar el chaleco antibalas oficial, sino un modelo femenino que había comprado con su propio dinero.
La AUGC salió en su defensa y emitió varios comunicados explicando que esa prenda deja de ser efectiva si no queda ceñida al cuerpo del agente. "Esto hace necesario que los chalecos para las mujeres requieran de un diseño específico que garantice su seguridad y libertad de movimientos", remarcó la asociación.
"Las guardias civiles son forzadas a realizar los ejercicios de tiro con chalecos masculinos, lo que resulta no solo ineficaz sino incluso peligroso por la dificultad que encuentran las agentes para sacar el arma de su funda con un chaleco masculino puesto", agregó el comunicado.
Para Masi, hace falta una inversión adecuada en materia de seguridad por parte de los Gobiernos. En Argentina, "no hubo compras ni siquiera para renovar los chalecos que ya están y que tienen un período de vida útil", señaló.
