"Es la primera vez que el sistema costero Bastión, dotado de misiles Ónix, se utilizó contra blancos terrestres y no fue únicamente para destruir importantes instalaciones del enemigo, sino también para conocer las capacidades de combate real de ese arma", dijo Sivkov a RIA Nóvosti.
El experto considera que la ojiva de autoguiado del misil Ónix pudo ser modificada para impactar contra blancos terrestres.
"Las ojivas de los misiles Ónix están destinadas para atacar blancos en el mar y no en tierra, porque en este caso el proyectil puede desviarse hasta 150 metros", explicó Sivkov.
El 30 de septiembre de 2015 Rusia empezó a petición del presidente sirio una campaña de bombardeos aéreos sobre las posiciones de los grupos terroristas y en marzo pasado retiró de Siria el grueso de sus fuerzas, aunque mantiene la presencia militar en la base aérea Hmeymim y el puerto de Tartus.
Desde marzo de 2011 Siria vive un conflicto armado en el que el Ejército gubernamental se enfrenta a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y Frente al Nusra (actualmente, Fatah al Sham), ambas proscritas en Rusia y otros países.
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La guerra en Siria ha provocado entre 300.000 y 400.000 muertos, según altos cargos de la ONU.