Andréi Timoshénkov murió el 16 de junio de 2016 en la base rusa de Hmeymim. El día anterior, el infante de marina, protegiendo un punto de entrega de ayuda humanitaria, se enfrentó contra un grupo de suicidas que quería atacar el convoy humanitario con un vehículo bomba.
Timoshénkov abrió fuego contra los terroristas, evitando así que alcanzaran su objetivo. Lastimosamente, el soldado ruso resultó herido por la explosión del vehículo y murió a causa de las lesiones recibidas.
El joven, de 28 años, llevaba tres meses en Siria y debía regresar a casa, donde vivía con su esposa y su hija pequeña, a finales de junio, el mes en el que murió.