La semana pasada, el primer ministro ruso visitó el centro de investigación Volcani Center, en Israel, donde recibió de manos del ministro hebreo Uri Ariel un helicóptero no tripulado valorado en más de 51.900 dólares.
De acuerdo con el diario The Jerusalem Post, una decisión tan irreflexiva por parte del ministro puede afectar a los vínculos entre Tel Aviv y Washington.
Las cámaras de vídeo del dron fueron producidas por la compañía estadounidense Flir y, antes de entregar estas tecnologías del dron a Rusia, Uri Ariel debía contar con la licencia de exportación expedida por el Departamento de Comercio de EEUU y el permiso del Ministerio de Defensa israelí.
Según el diario hebreo, la entrega de este dron supone una violación de las normas de seguridad del país y es muy probable que haya sido realizada sin la autorización de los diseñadores del aparato.