"Con nuestro auto se pueden recorrer unos 100 kilómetros con 12 pesos (0,78 dólares). Con gasolina, esa misma distancia rondaría los 200 pesos [12,98 dólares]. Se puede pensar en esto no solo desde el punto de vista ecológico, sino económico. A largo plazo se amortizan los costos. Pero la gente tiene que ir haciéndose a esa idea. Va a llevar un tiempo", dijo a Sputnik Pablo Naya, director del proyecto que desarrolla el primer vehículo eléctrico hecho en serie en América del Sur.
A Sero Electric ya comenzaron a llegarle pedidos de cotización para importación desde otros países de la región como Chile, Brasil y México. Sin embargo, esta empresa radicada en La Matanza, provincia de Buenos Aires, Argentina, aún no ha podido comenzar a comercializar su producto en su país porque no está reglamentada la categoría L6, donde entran estos 'micro cars'.
"La categoría L6 entra dentro de la categoría motos. Nuestro vehículo urbano alcanza 45 kilómetros por hora. Las medidas de seguridad no permiten que estos vehículos circulen ni en rutas ni en autopistas. Por eso no nos piden ni airbag ni ABS (sistema antibloqueo de ruedas). Estamos esperando la reglamentación para poder comenzar a comercializar para que circulen en la vía pública", dijo el director, quien confía en que esa reglamentación estará lista en diciembre.
En 2016 se produjeron 150 unidades. Para el año que viene, si, como espera Naya, habilitan la categoría en el país, su fábrica tiene la capacidad para producir entre 500 y 600 autos.
"En el mundo la movilidad eléctrica sigue siendo cara. En Europa se ha generado conciencia y las gobernaciones han dado su apoyo a este tipo de transporte. Eso hace que baje un poco el costo del auto y circulen por las calles. En cambio, en Sudamérica las empresas no tienen presupuesto para invertir en vehículos eléctricos. Se pueden encontrar desarrolladores personales pero no fábricas que los produzcan. Aquí los altos costos afectan la producción. Todavía no hay conciencia de los beneficios que traen este tipo de tecnologías", concluyó Naya.