La inesperada pero simple receta para fortalecer el cerebro y vencer el estrés

Según el científico, la ingesta de agua es muy importante para todo el cuerpo y en especial, para el cerebro. Sin embargo, hoy en día la mayoría de las personas no toman suficiente agua limpia, destaca Danílov, ya que un gran número de otras bebidas como zumos —jugos—, refrescos, té y café a menudo le ganan la partida al agua común y corriente. Mientras que lo que nuestro sistema nervioso necesita es agua.

Asimismo, el científico sostiene que el agua de grifo o filtrada no cumplen con los requerimientos del organismo, al contrario del agua natural o mineral —no gasificada—, que sí aportan los microelementos necesarios como el potasio y el magnesio, los cuales ayudan a mejorar la conducción de las señales nerviosas haciendo al cerebro funcionar mejor. Al mismo tiempo, ayudan a lidiar con el estrés, lo cual es especialmente importante durante otoño e invierno. Para alcanzar todos estos efectos positivos, lo ideal es beber agua de manantial natural o mineral sin gas.

En promedio, es recomendable que un adulto ingiera unos 2-2,5 litros de líquido al día. Sin embargo, de acuerdo con Danílov, no es aconsejable tomar cuando no se sienten ganas, ya que una gran cantidad de agua aumenta la carga en los riñones, los vasos sanguíneos y el corazón.

Tampoco es conveniente beber agua durante el almuerzo, el desayuno o la cena y es erróneo considerar que la comida debe ir acompañada de agua, asegura el médico. De hecho, diluye la saliva y el jugo gástrico y obstaculiza la digestión de los alimentos.

"Yo recomiendo un vaso de agua tibia con limón y miel 20-30 minutos antes del desayuno. Ayuda a activar el sistema nervioso y el cerebro y vigorizar el cuerpo en conjunto", aconseja Danílov.