Pasadizos secretos
Además del Kremlin visible para todos, existe un Kremlin subterráneo al que pocos tienen acceso. Los pasadizos secretos más antiguos datan del siglo XVI y unen diversos edificios del Kremlin entre sí, pero, además, existen túneles que permiten llegar del Kremlin a otros edificios de la ciudad. Según los cálculos, un complicado sistema subterráneo con más de 350 cruces descansa bajo la capital rusa.
A Jerusalén
Actualmente el complejo del Kremlin cuenta con 20 torres que en su conjunto crean el increíble e imponente paisaje que se abre sobre el río de Moscú. Actualmente, los moscovitas consideran que la torre más importante es la Torre Spasskaya —la Torre del Salvador—. Sin embargo, históricamente no era así.
La primera torre construida en el complejo fue la Torre Tainitskaya —la Torre Secreta—, que además fue la primera construida con ladrillo en Rusia. Su nombre se lo debe al pasadizo secreto que la unía con el río Moscú. Desde el punto de vista religioso, esta es la torre más importante, ya que su fachada da hacia Jerusalén. Además, hasta 1674 las campanas de esta torre sonaban en caso de incendio.
¿Leonardo Da Vinci?
Algunos historiadores no excluyen la posibilidad de que el propio Da Vinci haya participado en la construcción del Kremlin. La razón es que diversos bosquejos en los diarios del artista florentino concuerdan con elementos encontrados en las paredes del Kremlin. Además, algunas lagunas en la vida del artista, entre los años 1499 y 1502, permiten imaginar un posible viaje del grandioso artista a tierras rusas.
¿Rojo o blanco?
Desde sus inicios, el Kremlin tenía un hermoso color rojo, pero desde 1680 fue pintado de blanco, según la moda de la época. Este hábito duró hasta 1880, así que Napoleón, por ejemplo, vio el Kremlin de un imponente color blanco.
La historia de uno de los símbolos de Rusia: la estrella roja del Kremlin https://t.co/L6Ah6CmZwy pic.twitter.com/s5jbkDzNgq
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 2 ноября 2016 г.
Durante la II Guerra Mundial, el Kremlin se convirtió por un tiempo en una calle, como cualquier otra. Con el fin de camuflarlo y evitar un ataque enemigo, la plaza Roja fue convertida en un conjunto de calles, las paredes del Kremlin fueron convertidas en casas, con ventanas y paredes dibujadas. El mausoleo de Lenin, además, se convirtió por un tiempo en una casa con un tejado a dos aguas.
Solo después de la guerra, en 1947, el Kremlin recuperó su característico color rojo y no ha cambiado hasta hoy en día.