El martes se tomó la decisión de extraditar a otros tres y el miércoles se le negó a Ankara la extradición de los últimos dos.
Al comentarlo, Muftuoglu señaló que estas ocho personas "atentaron contra la seguridad del pueblo y del presidente" de Turquía, por lo que a la parte turca le resulta difícil comprender la negativa de Atenas de extraditarlos.
"Esperamos de Grecia, nuestra vecina y aliada, que en su época vivió las consecuencias negativas del gobierno de una junta militar, la devolución a nuestro país de los amotinados", dijo.
Turquía vivió en la noche del 15 al 16 de julio un intento de golpe militar que causó más de 240 muertos y unos 2.200 heridos.
Las autoridades turcas acusaron al teólogo musulmán Fethullah Gulen, autoexiliado en EEUU, de haber organizado el amotinamiento y exigieron su extradición.
Gulen rechazó de plano la acusación de estar detrás de la intentona golpista y propuso establecer una comisión internacional para investigarla.