De lograrlo, esta sería la primera vez en la historia política de Islandia que un partido de oposición podría llevar sus ideas a la práctica, una perspectiva muy interesante teniendo en cuenta la visión heterodoxa que tiene el Partido Pirata en muchos asuntos.
Igualmente, prestarían especial atención a la privacidad de la información de la población civil y a la transparencia de información en el ámbito estatal.
En materia económica, los piratas islandeses consideran necesario un cambio radical con respecto al sistema financiero capitalista actual. Según ellos, el sector primario de la economía —la agricultura, la ganadería, la silvicultura, la apicultura, la acuicultura, la caza, la pesca, explotación forestal y la minería— debería ser nacionalizado en su totalidad o bien someterse a un aumento tributario. Especialmente si se toma en cuenta a las corporaciones transnacionales como el consorcio británico-australiano Rio Tinto, uno de las compañías metalúrgicas más grandes con presencia en el país.
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En todo caso, el programa de los piratas, en caso de lograr una alianza con otros partidos para formar un Gobierno de coalición, se verá restringido por las ideas de sus socios. Sin embargo, Islandia poco a poco se convierte en un "símbolo de la resistencia libertaria al 'gobierno global'", concluye el artículo.