El líder del PT, que aún no confirmó si será candidato, aparece como el favorito de los electores con un 25% de intención de voto, seguido de Silva (15%) y Aécio Neves (Partido de la Social Democracia Brasileña), con un 11% de las intenciones de voto.
Lula lidera en todas las suposiciones, ya sea colocando como candidato del PSDB a Neves, el que parece más probable, como a los ex candidatos Geraldo Alckmin y José Serra, que tendrían el 8% y el 9% de los votos, respectivamente y se ven superados holgadamente por Silva.
Así pues, todo indica que el segundo turno de las elecciones presidenciales será un cara a cara entre Lula y la que fuera su ministra de Medio Ambiente.
En ese supuesto ella tendría el 43% de los votos y el líder del PT el 34%, pero la ventaja sería aún mayor si Lula no pasara al segundo turno y Silva se enfrentara a algún candidato del conservador PSDB.
Silva ya fue candidata a las elecciones de 2010 (con el Partido Verde) y de 2014, con el Partido Socialista Brasileño (PSB), que llegó a liderar de forma accidentada después de que el primer candidato de la formación, Eduardo Campos, muriera en un accidente de avión en plena campaña electoral.
Silva creció rápidamente en las encuestas y en algunos momentos superó a la candidata del PT, Dilma Rousseff, en las intenciones de voto; sin embargo, fue el candidato del PSDB, Neves, el que acabó llegando al segundo turno.