"Vladivostok es el rompehielos diésel-eléctrico más poderoso no solo de Rusia, sino del mundo", afirmó a Sputnik Dmitri Zajárov, experto principal del servicio de prensa de la Corporación unida de construcción naval.
El buque Vladivostok, del proyecto 21900М, fue construido por encargo de la Agencia Federal de transporte marítimo y fluvial en la planta de construcción naval de Víborg.
"Las características distintivas del proyecto 21900M, en comparación con otros rompehielos diésel-eléctricos, son la máxima automatización de todos los procesos, una superficie ilimitada de navegación y la capacidad para superar un espesor de hielo de hasta 1,5 metros", explicó Zajárov.
Además, añadió que en el buque Vladivostok se alcanzó el más alto grado de comodidad para la tripulación.
"Uno de los catalizadores de la renovación de la flota es el aumento del papel de la Ruta Marítima del Norte, la más corta de Europa a Asia. Teniendo en cuenta esta misión, la Corporación unida de construcción naval encargó la construcción de tres rompehielos de capacidad de 60 MW", sostuvo Zajárov.
Otro incentivo adicional son los proyectos de la costa afuera, aseguró el experto.
"Es obvio que tanto los astilleros nacionales en el Ártico, como Rusia en general, tienen unas buenas perspectivas de futuro", concluyó.
El Vladivostok es una versión modernizada de los rompehielos Moscú y San Petersburgo, construidos en el astillero del Báltico.
Su objetivo principal es el acompañamiento autónomo de buques grandes, el remolque, la extinción del fuego en los objetos flotantes y otras instalaciones, la asistencia a los buques en peligro y el transporte de cargas.
El 23 de septiembre de 2015, en el rompehielos Vladivostok se izó la bandera de Rusia. En febrero de 2016, el buque empezó a acompañar a las naves.