Durante la reunión se tomó la decisión de que Alemania no solo va a suministrar armas a Arabia Saudí, sino también a entrenar a sus oficiales del Ejército. Alexander Neu, el diputado del Bundestag del Partido de la Izquierda (Die Linke), que es unos de los directivos de la comisión parlamentaria de defensa, criticó duramente esta decisión.
Neu precisó que Arabia Saudí necesita armas para fortalecer su dominación en Oriente Próximo y su propio papel como potencia regional. Esta posición se percibe de manera más evidente en Yemen, que fue sometida a un bombardeo devastador de los saudíes por haber acogido una revolución de las fuerzas chiíes. Occidente, a su vez, mira hacia otro lado y pasa por alto los incidentes.
Arabia Saudí es parte de la coalición internacional contra Daesh —grupo terrorista prohibido en Rusia y otros países-, liderada por EEUU, pero al mismo tiempo financia a grupos islamistas. Neu está seguro de que el Gobierno germano no desconoce este hecho. Así que las autoridades alemanas apoyan a los yihadistas e islamistas que en Europa serían considerados terroristas, pero en Siria son considerados rebeldes que buscan liberar al país de Asad.
"No creo que los políticos y los medios alemanes reconozcan la verdadera naturaleza de los rebeldes en Siria. Porque entonces tendrían que admitir que, desde hace muchos años, por ponerlo así, 'han apostado al caballo equivocado'. Ellos continuarán hablando de las víctimas, rebeldes legítimos, oposición moderada, en cuyas filas puede haber un par de islamistas, lo que no cambia nada. Seguirán repitiendo la misma historia para, con el tiempo, juzgar tanto al Gobierno sirio como a Rusia en el Tribunal Internacional", concluyó.