El político serbio explica que Putin ha tenido éxito en la implementación de su rumbo político ya que entendía muy bien lo perjudicial e incluso peligroso que es "intentar implantar un modelo ajeno en su país".
Serbia podría aprovechar estas recetas y así conseguir el crecimiento de su economía sin perder, al mismo tiempo, su identidad y su soberanía, opina Karic.
"Necesitamos continuidad en el poder y apoyo para que seamos más firmes a la hora de devolver Serbia a sí misma. El Consejo económico nacional de Serbia, a su vez, de ninguna manera aprovechó las oportunidades de intensificar la cooperación con el Kremlin u otros países, impulsadas por el primer-ministro estadista, Alexander Vucic", lamenta el autor.
"Tenemos dos retos pendientes. El primero es vencer el 'derrotismo' y acabar con la fuga de cerebros. (…) El otro radica en creer en sí mismos, en que seamos capaces de lograr el éxito. Necesitaremos menos de 10 años. Vladímir Putin ha demostrado que es posible. Y nunca hizo caso a los perdedores", concluyó.