"Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU condenan enérgicamente el ataque terrorista en Ankara, Turquía, el 19 de diciembre en el que fue asesinado el Embajador de Rusia", afirma el comunicado del ente.
Además, los miembros de la organización coincidieron en que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones sigue siendo una de las mayores amenazas para el mundo y para la seguridad a nivel internacional, y que "cualquier ataque terrorista es criminal y no tiene justificación, sin importar sus motivos, el lugar, la fecha o el perpetrador".
El comunicado subraya también el principio de inmunidad de los diplomáticos y los empleados consulares, así como la obligación de los países de adoptar medidas para prevenir ataques contra ellos.