Para llevar a cabo el estudio, los especialistas de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y el Instituto de Investigación del Hospital del Mar (IMIM) escanearon los cerebros de las mujeres antes del embarazo y después del parto. Al comparar las imágenes de la resonancia magnética, descubrieron una reducción en el volumen de la materia gris en la línea media cortical anterior y posterior, así como en secciones específicas de la corteza prefrontal y temporal del cerebro.
De acuerdo con los investigadores, el efecto del embarazo en el cerebro puede mantenerse al menos hasta dos años después del parto. Al mismo tiempo, los científicos afirman que la reducción del cerebro deja intactas las capacidades de la mujer.
"Los resultados apuntan a que esta plasticidad cerebral inherente al embarazo tiene un fin evolutivo destinado a que la madre infiera eficientemente las necesidades de su bebé", comentó Erika Barba-Müller, integrante del equipo científico.
Por su parte, las 19 parejas masculinas que participaron en el experimento no mostraron cambio alguno en la estructura cerebral.