Tras analizar el estado de salud de los 1.000 participantes en el estudio, los expertos pusieron de manifiesto que el consumo de las carnes procesadas tales como jamón, salchichas o salami aumenta en un 76% la probabilidad de experimentar síntomas como la dificultad para respirar y la opresión en el pecho, entre otros.
Así, conforme aumentaba el consumo semanal de este tipo de carne, crecía el porcentaje de los participantes que experimentaron un empeoramiento de los síntomas pulmonares. Para los que redujeron su consumo a una ración semanal o menos, fue un 14%, mientras que para los que consumieron entre dos y cuatro raciones o cuatro y más —un 20% y un 22% respectivamente—.
Esto se debe a que los conservantes utilizados en la carne procesada —los nitratos— pueden inflamar las vías aéreas y causar problemas respiratorios.
No obstante, destacaron que el estudio no es concluyente y queda analizar otros factores que podrían tener efectos perjudiciales que agravan los síntomas.
"Nuestro trabajo amplía los efectos deletéreos de las carnes procesadas sobre la salud, así como el efecto de la dieta sobre el asma en los pacientes adultos", indicaron los científicos.
Además, estudios anteriores revelaron que el consumo regular de este tipo carne se asociaba con un mayor riesgo de padecer cáncer y diabetes.