La Policía Nacional de Filipinas, citada por el portal news.com.au, precisó que tres personas murieron en la provincia de Albay, entre ellas una mujer golpeada por un muro de hormigón en el interior de su casa en la noche del domingo y una pareja de ancianos que se ahogó en un río en la mañana del lunes.
El super Typhoon Nock-ten inicia su azote a Filipinas con vientos de 155 mph, ráfagas de 190 mph y olas de 44 pies de altuara.@UniNoticias pic.twitter.com/DMhYTKRgBi
— Eduardo Rodriguez (@EduardoElTiempo) 25 de diciembre de 2016
La cuarta víctima, un hombre que intentaba evacuar a su familia en la ciudad de Mulanay en la provincia de Quezon, falleció después de ser golpeado por una palmera que se derrumbó, según el gobernador de Quezon, David Suarez.
Tropical storm #Nock-ten forms, forecasts trending stronger for Christmas Day #typhoon in #Philippines — JMA & JTWC forecasts pic.twitter.com/kB9KjmFq8y
— James Reynolds (@EarthUncutTV) 22 de diciembre de 2016
El lunes por la mañana había 383.097 personas en los centros de evacuación, reportó el Consejo Nacional de Reducción de Riesgos y Gestión de Desastres (NDRRMC, por las siglas en inglés).
Latest multi track forecast consensus for tropical storm #Nock-ten little chance of recurve and missing #Philippines via Typhoon2000 pic.twitter.com/UrNYfFGHxx
— James Reynolds (@EarthUncutTV) 22 de diciembre de 2016
Desde la noche del domingo hasta el mediodía del lunes, diferentes provincias de Filipinas sufrieron siete embestidas del Nock-Ten, conocido el archipiélago como Nina.
La velocidad del viento alcanzó una velocidad de 185 kilómetros por hora, con ráfagas de hasta 225 km/h.
Una veintena de tormentas y tifones golpean Filipinas cada año durante la temporada monzónica, entre junio y diciembre.
El peor hasta ahora ha sido el supertifón Haiyán (Yolanda) que en noviembre de 2013 se cobró unas 6.300 vidas, destruyó 1,1 millones de viviendas y dejó sin hogar a cuatro millones de filipinos; más de mil personas continúan desaparecidas hasta la fecha.