El director general de la empresa estatal rusa Rossetti, Oleg Budarguin, ha declarado que diversas compañías japonesas están dispuestas a invertir $11.000 millones en la creación de un "puente energético" entre Rusia y Japón.
"Diversas empresas japonesas se acercaron a nosotros en el foro de San Petersburgo de este año con una propuesta: quieren construir un puente energético Rusia-Japón", explicó Budarguin.
Según el responsable, la creación de esta conexión eléctrica se debate desde hace décadas, pero hasta el momento, el interés principal provenía de Rusia.
Por otra parte, Japón no dispone de reservas propias de hidrocarburos y después del accidente en la planta nuclear de Fukushima —el peor desde el de Chernóbil— el Gobierno nipón decidió congelar casi por completo la producción de energía nuclear del país. En este contexto, Rusia dispone de recursos suficientes como para exportar electricidad a Japón y satisfacer así las necesidades energéticas del país asiático.