En 'Tejnológuia', el centro científico-industrial de la ciudad rusa de Obninsk, solucionaron uno de los principales problemas relacionados con el uso de aeronaves hipersónicas. Los expertos lograron neutralizar los efectos de las temperaturas extremas del plasma que aparece una vez se supera la velocidad de 4 Mach.
Habitualmente, las temperaturas extremadamente altas llevan a la destrucción completa de todos los dispositivos ubicados en la parte exterior y, por lo tanto, se pierde la comunicación con la aeronave.
Los autores de la nueva tecnología descubrieron un nuevo método para crear un carenado que reduzca la extrema resistencia al aire y, paralelamente, quede permeable para las radioondas. Esto ha sido posible gracias a los materiales que componen la envoltura, tales como cerámica y vitrocerámica.
Durante las pruebas llevadas a cabo en Obninsk, las envolturas preservaron sus propiedades a temperaturas de hasta 1.200 grados centígrados.
El centro 'Tejnológuia' de Obninsk forma parte de la compañía estatal rusa Rostec y se encarga de los proyectos del sector aeroespacial ruso, además de otras especializaciones.