El aumento que entrará en vigor en enero próximo fue criticado en el Congreso, donde el grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN, centroderecha) dijo que el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto "toma el camino fácil de cargarle el costo de sus ineficiencias y malas decisiones al pueblo de México", con el llamado "gasolinazo".
Para comparar, el principal grupo opositor en el poder legislativo destacó que, incluso cuando el precio del barril de petróleo a nivel internacional rondaba los 100 dólares por barril, durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), el precio de los combustibles era más bajo que ahora, cuando los precios se han derrumbado.
En cambio, el Gobierno de Enrique Peña Nieto impuso una carga fiscal de 4.00 pesos (entre 22 y 25 por ciento del precio total) como un Impuesto Sobre Producción y Servicios (IEPS), "es la razón de que sean tan caras las gasolinas".
El aumento a las gasolinas, para poner en marcha una política de liberalización y punto final a los subsidios, "traerá más desigualdad, social, encarecerá otros servicios y propiciará mayores índices de inflación", subrayó la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD, centroizquierda).
"Observamos con tristeza que se sigue castigando a la población, se incrementará la canasta básica, lo que nos parece inadmisible", señaló en la Cámara de Diputados en un posicionamiento el coordinador de los legisladores del PRD, Francisco Martínez.
Por su parte, el partido de izquierda Movimiento de Renovación Nacional (Morena), que encabeza el dos veces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, indicó que "el aumento ocasionará una inflación inevitable para los consumidores".
"Nuestras refinerías están descuidadas y a baja carga, es el verdadero motivo de un desabasto de gasolina en México", puntualizó la coordinadora parlamentaria de Morena en la Cámara de Diputados, Rocío Nahle.
En EEUU un litro de gasolina cuesta 13,81 pesos, mientras que México, a partir de enero de 2017, el precio irá de 15.99 (0,77 dólares) a los 17.79 pesos (0,82 dólares), según el portal Global Petrol Prices.
En otros países petroleros también es más barato, como Rusia, donde un litro de gasolina cuesta el equivalente a 12,83 pesos; en Afganistán, 14,24 pesos; en Irak, 12,78 pesos; Colombia, 14,16 pesos, y Venezuela –el más barato del mundo– es de 0,18 pesos, de acuerdo con una tabla de ese portal especializado.
El precio promedio mundial de la gasolina es de 20,16 pesos mexicanos por litro (casi 1 dólar), arriba del promedio mexicano del primer mes de 2017.
Ese portal menciona que "como regla general, los países más ricos tienen precios más altos, mientras que los países más pobres y los países que producen y exportan petróleos tienen los precios significativamente más bajos".
Liberalización en marcha
México aparece así como del país productor de crudo con el precio más caro de los combustibles, debido a que la política del Gobierno mexicano se propone abolir los subsidios.
La meta es liberalizar el precio a mediados de 2017 a la competencia del mercado, en el cual la petrolera estatal Pemex ha dejado de tener un monopolio que ejerció durante casi 80 años.
La senadora Dolores Padierna del grupo parlamentario del PRD dijo que "el costo del combustible, abastecido por Pemex o importado, más costos de logística, almacenamiento, transporte y la utilidad de los expendedores, dependerán de la cercanía de distribución o importación y el medio de transporte que se utilice".
"Este esquema de fijación de precios –que autoriza importaciones al abrir la competencia contra Pemex– además de incrementar el valor de la gasolina propiciará un trato diferenciado: las zonas más ricas pagarán menores precios que las más pobres", que son menos accesibles, añadió la senadora en un comunicado.
El líder de los senadores de Morena, Mario Delgado, declaró en la Cámara Alta que "el Gobierno federal es culpable de la escasez que se está presentando en algunas partes del país, pues están buscando justificar la entrega de las gasolineras mexicanas a empresas trasnacionales".
Los precios se seguirán elevando y, finalmente, el Gobierno "se lavará las manos y dirá justificándose que se debe al aumento del precio del petróleo y la volatilidad del mercado", puntualizó.
Los movimientos sociales comenzaron a llamar a un boicot de tres días, al difundir un listado de las promesas del presidente Peña Nieto cuando promovió la reforma energética para abrir la industria petrolera a la inversión privada y extranjera.
El mandatario la presentó como un mecanismo para bajar los precios y no solo para aumentar la alicaída producción petrolera de México, por falta de inversiones y de nuevas tecnologías de punta.
"La Reforma Energética generará energía más barata para todos los mexicanos", dijo el mandatario el 2 de agosto de 2013 en su mensaje a la Nación al enviar la iniciativa al Congreso.
"Ya no habrá gasolinazos", expresó el 5 de enero de 2015 en el mensaje de Año Nuevo y añadió que "en 2016, incluso hay reducciones en el costo de los energéticos, como la gasolina o la electricidad".
El 9 de marzo de 2016, ante empresarios dijo que "la eliminación de los famosos gasolinazos, no sólo ayuda a la economía de las familias, también mejora los costos de operación de las empresas".
Pero el pasado 1 de septiembre, el discurso cambio totalmente: "debo decir, (que) nunca comprometí que no fuera a incrementarse la gasolina", se retractó.