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Lo más 'kawaii' del mundo: así funciona la ciencia japonesa (fotos, vídeos)

© Flickr / Jonathan LinRamen en Japón
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Te invitamos a conocer el mundo de Chindogu, donde podrás conocer los inventos que, pese a estar hechos con buena intención, acaban convirtiéndose en un verdadero quebradero de cabeza por ser demasiado complicados de manejar o directamente ridículos.

El padre de este término es el japonés Kenji Kawakama, que trabajaba en la mayor revista de venta por catálogo de Japón, llamada Tsuhan Seikatsu, en los años 80. En esta revista en ocasiones quedaban páginas en blanco en las que Kawakama empezó a publicar prototipos de inventos estúpidos de su propia invención.

El primer objeto de esta lista fueron unas gafas para administrarse colirio. A pesar de las bromas iniciales, con el paso del tiempo, sus inventos comenzaron a ganar popularidad.

Hay que destacar que crear un Chindogu no es nada fácil. No basta con idear algo estúpido: el artilugio tiene que recibir la aprobación oficial de la Sociedad Internacional del Chindogu —ICS, por sus siglas en inglés—, que es la que regula esta práctica en todo el mundo. El lema de la ICS es el siguiente:

"Los planetas se formaron. La Tierra se enfrió. Aparecieron las criaturas y una de ellas empezó a jugar con piedras y palos. Esta criatura comenzó a producir lanzas, palas, a convertir pieles en telas. Luego, empezó a tener pretensiones. Construyó una linterna de energía solar y la combinación de servilleta y corbata. No es exactamente útil, pero de alguna manera, no del todo inútil. Creó invenciones que no funcionaron para nada, pero no obstante, fueron muy divertidas. Así nació Chindogu".

Los requerimientos para ser un Chindogu son los siguientes:

— Un Chindogu debe parecer útil pero no serlo.
— Debe tener un prototipo físico, no ser solo un diseño.
— Debe ser de uso diario.
— No puede venderse.
— Tiene que tener un propósito real.
— No puede contener publicidad.
— No puede ser sexualmente explícito ni atentar contra la vida de los animales o las personas.
— No puede patentarse.
— Por último, no puede promover prejuicios.

Curiosamente, uno de los primeros inventos de este tipo fue el palo para 'selfies'. La brillante y absurda idea fue de Kenji Kawakama en los 80, después de que un niño al que le había pedido que le sacara una foto en la calle se fuera corriendo con su cámara. El problema es que el palo de 'selfie' resultó ser útil y fue vendido a Konika-Minolta.

Aquí te presentamos una pequeña lista de objetos oficialmente clasificados como Chindogu recopilada por Gizmodo:

  • Mantequilla en palo
  • Mono-mopa para bebés
  • Protector antimanchas para ramen —un plato de la gastronomía japonesa—
  • Palillos para enfriar ramen
  • Guía para pintalabios
  • Gafas para no llorar al picar cebolla

Sin embargo, hay otros Chindogu de nueva generación que se venden, violando las reglas de la idea original. Aquí te ofrecemos algunos:

  • Pieza bucal antiarrugas para ejercitar los músculos de la cara
  • Entrenador personal de sonrisas Facial Fitness Pao
  • Micrófono con silenciador para cantar karaoke sin molestar
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