"No tenemos aún una fecha específica para eso, porque ellos se están enfrentando a un problema serio, pero la Unión también, por lo tanto debemos priorizar", explicó.
Meirelles remarcó que por el momento no hay ninguna vía jurídica que permita que los estados puedan retrasar el pago de la deuda que deben al gobierno central, la principal demanda de los gobernadores.
El presidente Temer vetó parcialmente un proyecto de ley que había sido aprobado en el Congreso Nacional y que preveía una moratoria de 36 meses en el pago de la deuda.
Sin exigencias de recortes en su estructura de gastos la ley se volvía "más o menos inútil", según confesó el propio Temer al hacer balance de sus meses de gobierno hasta la fecha.
Meirelles añadió este viernes que no se debe transferir implícitamente el problema de los estados al gobierno central: "La Unión no creo el problema de los estados", puntualizó.
Además, rechazó que la única solución sea siempre recurrir a la ayuda del gobierno de Brasilia: "No se debe crear esa ilusión de que todo depende de una ayuda federal", remarcó, asegurando que el gobierno central tiene que contener los gastos para no perjudicar a la economía.