El documento, aprobado por unanimidad por el Consejo el sábado, saluda y avala los esfuerzos de Rusia y Turquía para poner fin a la violencia en Siria e impulsar el proceso político en el país.
En particular, menciona el alto el fuego en la nación árabe –mediado, garantizado y vigilado por Moscú y Ankara y en vigor desde el 30 de diciembre– y los planes de convocar unas negociaciones políticas entre Damasco la oposición en Astaná, capital de Kazajistán, en enero.
"La aprobación unánime de la resolución 2336 deja en claro cuán importante es para la comunidad internacional la implementación del alto el fuego en Siria", dijo Nadal.
Afirmó que París espera que todos los bandos cumplan a rajatabla las condiciones del cese de las hostilidades para proteger a la población civil y garantizar los suministros de ayuda humanitaria.
"Es importante, además, que se reanuden las negociaciones políticas bajo los auspicios de la ONU y sobre la base del Comunicado de Ginebra (2012) y las resoluciones relevantes del Consejo de Seguridad, algo a que Francia tiene la intención de contribuir", dijo Nadal.
La nueva tregua siria no se extiende a las zonas de operaciones contra los grupos terroristas, en particular Daesh (o Estado Islámico) y el Frente al Nusra, ambos proscritos en Rusia.