El Ejército, sin embargo, ha decidido hacer público el descubrimiento para evitar que otros soldados caigan en la trampa, y ha dado una serie de recomendaciones para evitarlo.
Un método típico de infiltración consiste en llamar la atención de los soldados con mujeres jóvenes que parecen interesadas en establecer una relación sexual o amorosa.
Si un soldado acepta la invitación, es probable que su teléfono sea infiltrado por Hamás.
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El Ejército recomienda a los soldados que únicamente utilicen las aplicaciones que pueden descargarse de sitios oficiales y no de remitentes a quienes no se conoce personalmente, y que no suban información clasificada a las redes sociales.
Después de ocuparse del asunto durante varios meses, la investigación del Ejército y del Shin Bet ha establecido que el número de teléfonos con las aplicaciones de Hamás era muy reducido, probablemente de alrededor de una docena, incluido el de un comandante.
A partir de ahora el Ejército alertará personalmente a los soldados que se hallan en unidades de combate y en unidades de inteligencia para que no caigan en la trampa.