"Existen razones claras para preocuparse por la salud de la democracia, mientras los retos de la polarización cultural y la disparidad económica no tienen respuestas directas", opinan los expertos del WEF.
"El populismo (…) tiene unos temas comunes que son los llamados a la soberanía nacional y la critica de las élites que fallaron en proteger el electorado del impacto negativo de la globalización", escriben los expertos del WEF.
Según el informe, el antielitismo, el tradicionalismo cultural y el nacionalismo económico facilitaron el apoyo al Brexit en el Reino Unido y del candidato republicano en EEUU.
El crecimiento de esas fuerzas en España y Irlanda fragmentó los parlamentos lo que les impide tomar decisiones eficaces ni formar gobiernos estables.
El problema se agudiza por el hecho de que los jóvenes europeos tienden a eligir alternativas políticas de la democracia.
Según el informe, tres razones principales socavan la democracia en Europa las cuales son los rápidos cambios económicos y tecnológicos, la agravada polarización social y cultural, y la llamada "post-verdad".
El texto agrega que los medios se caracterizan cada vez más por la fragmentación, el antagonismo y la desconfianza mientras los individuos tienden a segregarse según sus valores y creencias.
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Para mantener la democracia los políticos occidentales necesitan, según el informe, involucrar a más personas en la actividad económica creando empleos bien pagados, llevar a cabo los cambios y reformar las instituciones sin cambiar los gobiernos, así como reconciliar el nacionalismo con el multiculturalismo.