Los entornos costeros del archipiélago Cabo de Hornos "son un receptáculo clave para mitigar el dióxido de carbono del calentamiento global por sus condiciones prístinas, alto nivel de oxígeno y biodiversidad marina", que vuelven a la reserva uno de los ecosistemas más productivos del mundo, con la potencialidad de almacenar "carbono azul", señaló el científico durante una conferencia de la Fundación Imagen de Chile.
Dada la relevancia de este lugar, en el año 2000 se creó el programa dirigido por Rozzi, que ha impulsado la instalación de dos nuevos sitios de monitoreo en las islas Hornos y Diego Ramírez, en dicha zona, que se suman a la estación Parque Omora, formando una red internacional que incluye cinco subredes en 43 países con presencia en los cinco continentes, enfocada a la medición del cambio climático en los diversos tipos de territorio del planeta.
Por su parte, el Gobierno aprobó el pasado noviembre un fondo de 8.361 millones de pesos (unos 12,6 millones de dólares) para la construcción del nuevo Centro Subantártico Cabo de Hornos en la localidad de Puerto Williams (sur), con el fin de potenciar la investigación científica en la zona, que contará con la colaboración de países como el Reino Unido, Estados Unidos y Japón.