"La investigación de Samsung, así como la de tres organizaciones industriales independientes (UL, Exponent y TÜV Rheinland), concluyó que las baterías causaron las explosiones de Galaxy Note 7", informa la compañía en su sitio web.
Se trata de los fallos en el diseño y manufactura de la baterías que provocaron cortocircuitos internos.
En la investigación interna participaron 700 ingenieros que examinaron más de 200.000 dispositivos y 30.000 baterías, según indica la compañía.
Samsung asumió la responsabilidad por los fallos y presentó un programa de control de calidad de sus productos.
"Hoy, más que nunca, necesitamos ganar la confianza de nuestros clientes a través de la innovación que redefine lo que es posible en la seguridad y que es una puerta a posibilidades ilimitadas y nuevas experiencias increíbles", dijo el presidente de la división de comunicaciones móviles de Samsung Electronics, DJ Koh, durante la rueda de prensa.
En octubre del año pasado, la compañía surcoreana cesó la producción de smartphones Galaxy Note 7.