Para eso, hicieron a 32 voluntarios sentir un cuerpo virtual como suyo. Cuando llevaban los cascos, el cuerpo virtual respondía a los movimientos reales hechos por los voluntarios. Por ejemplo, cuando una bola virtual caía sobre el pie del cuerpo virtual, una vibración se sentía en el pie real de la persona.
Posteriormente, los voluntarios llenaron un cuestionario estándar para evaluar su temor a la muerte. Las personas que se habían sentido totalmente desconectadas de su cuerpo —y del cuerpo virtual— informaron tener un miedo significativamente menor a morir.
"El efecto fue bastante fuerte", comenta Slater.
El investigador piensa que la experiencia podría dar una sensación de que la conciencia de una persona está separada de su cuerpo físico. "Convence de que es posible sobrevivir más allá de la muerte", dice.