La microflora intestinal es un conjunto de microorganismos y bacterias que son responsables de metabolizar distintos alimentos y vitaminas, encargados de las defensas del cuerpo y de la lucha contra diversas enfermedades.
El estudio a gran escala de los datos obtenidos de la microflora humana podrá ser usado en distintas áreas, además de en el campo de la medicina. Las compañías alimenticias y farmacéuticas, por ejemplo, podrán crear medicamentos y alimentos específicos según los diversos tipos de microflora.
Se espera que el equipo de bioinformáticos, genetistas y científicos que está detrás del proyecto desarrolle un prototipo funcional del sistema para 2018 que incluya bloques para la recolección, almacenamiento y análisis de los datos, además de servicios en la nube y algoritmos para calcular posibles efectos terapéuticos de tratamientos basados en la microflora intestinal.
El sistema, además, se irá actualizando con información de personas de todo el mundo y el análisis de estos datos permitirá ofrecer soluciones más efectivas a diversas enfermedades.
"Muchos factores influyen en el desarrollo de las enfermedades: el medio ambiente, la genética, el modo de vida; y muchos de estos factores no pueden ser cambiados. Sin embargo, es posible evitar enfermedades graves y sus consecuencias con un cambio en la alimentación, basándose en los resultados del análisis de las bacterias presentes en los intestinos. Este, probablemente, sea el método más sencillo pero a la vez más eficaz para repercutir en la salud", explica Dmitri Alekseev, director general de Knomiks, citado en un comunicado de prensa del tecnoparque Skolkovo.