"EEUU tenía la intención de escribir nuevas reglas para las relaciones económicas internacionales, y no solo se trata del comercio, sino de la inversión, el derecho de políticas y actividades inversionistas, los derechos de propiedad intelectual, la resolución de los conflictos laborales, las cuestiones económicas internas, la competencia en los mercados internos de los países miembros del TPP, es decir, una intervención internacional completa en los sistemas jurídicos nacionales", opinó.
"Es la parte legal de la protección (de la propiedad intelectual) que ellos (EEUU) trataron de implementar en todos los países para asegurar sus garantías", dijo.
China, en este respecto pudiera haber dado "ingresos muy grandes, y no de exportaciones de mercancías, sino exportaciones de los derechos de propiedad intelectual" por eso el país asiático fue el primero en rechazar el documento, concluyó.
El Acuerdo, elaborado bajo la dirección de EEUU, se firmó en febrero de 2016 tras siete años de negociaciones sostenidas con 12 países.
La Administración de Barack Obama (2009-2017) lo percibía como una de las medidas básicas en la confrontación económica con China, que no se unió al TPP.
Pero este documento no entró en vigor por no estar ratificado por el Congreso de EEUU.