Grizlov constató también una "auténtica amenaza a las infraestructuras vitales" en la región afectada por el conflicto.
"Se quedaron sin agua las ciudades de Avdéevka y Yasinovátaya, el suministro de agua al distrito de Kúibishevski de Donetsk fue cortado a la mitad y al resto de la ciudad se redujo en un tercio (…) se quedaron sin electricidad la zona industrial de Avdéevka, la planta química de coque de Avdéevka que es su fuente de calefacción, la planta purificadora de Donetsk y 15 localidades", detalló.
Según el representante ruso, Kiev "hizo todo para aumentar la aversión en su contra por parte de los habitantes de determinadas áreas de Donbás".
Las partes del conflicto se acusan de intensificar los ataques y tratar de lanzar ofensivas en la línea de separación en las afueras de la ciudad de Donetsk.
Las autoridades ucranianas declararon la situación de emergencia en Avdéevka, un suburbio de Donetsk controlado por Kiev.
Según datos de la misión de la OSCE en Ucrania, una situación grave se observa también en otro suburbio de Donetsk, Yasinovátaya, bajo el control de las milicias.
El pasado martes, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, se mostró preocupado por las acciones agresivas de Kiev en la línea de separación en Donbás.
En abril de 2014, Ucrania lanzó una operación militar en las provincias orientales de Donetsk y Lugansk donde se proclamaron repúblicas populares en respuesta al cambio violento del Gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
De acuerdo con la ONU, las hostilidades provocaron más de 10.000 muertos, otras 22.800 personas resultaron heridas.