Ciaran Maxwell, de 31 años, aceptó los cargos imputados en una comparecencia efectuada por vídeo desde la prisión inglesa en la que está retenido desde el pasado agosto.
El ´marine´ se responsabilizó de acondicionar dos zulos, en Irlanda del Norte e Inglaterra, donde ocultó "sustancias explosivas, componentes para artefactos explosivos, munición, armas y herramientas" útiles para la "preparación de un acto de terrorismo".
El ahora convicto había adquirido prendas de uniforme de la policía norirlandesa, una copia de un carnet policial y reproducciones de tarjetas de crédito para "cometer fraude".
Maxwell, que se alistó hace seis años y sirvió en Afganistán, estaba acusado también de posesión de cannabis.
La brigada antiterrorista de Scotland Yard dirigió el caso contra el soldado en colaboración con los servicios de seguridad de Irlanda del Norte y las policías regionales del sur de Inglaterra.
El cuerpo de Devon y Cornwall, que rastreó zonas boscosas en busca del escondite de explosivos, gastó 1,1 millones de libras (más de 1,25 millones de euros) en la operación, de acuerdo con los datos difundidos en virtud de la ley de libertad de información.
El resto del coste de la misión no se ha publicado de momento.
Maxwell nació en Larne, población eminentemente protestante de Irlanda del Norte y se educó en un colegio católico.
A los 16 años recibió una dura paliza de una banda de jóvenes lealistas pro-británicos que requirió atención clínica.
Le pegaron con barras de hierro y palos de golf, dejándole el cráneo fracturado y el cuerpo magullado, según él mismo narró al semanario republicano An Phoblacht.
Entrar en las Fuerzas Armadas del Reino Unido es una ruta prácticamente insólita entre militantes o simpatizantes de facciones escindidas del Ejército Republicano Irlandés (IRA) que no aceptan el proceso de paz y político iniciado en 1998.
Maxwell continuará en prisión preventiva hasta que se dicte sentencia en las próxima semanas.