"Cuando la familia lo permite es una cosa. Usualmente la gente piensa que es algo gracioso pero no lo es. Hay que sensibilizar a las personas y educar a la población", comentó.
Para algunas personas, indicó Desrochers, el hecho de sacar fotos en un velorio puede ayudar a atravesar el período de duelo, pero volverlas públicas puede atentar contra la dignidad de los fallecidos.
Más: Un ladrón le roba los zapatos a un muerto
"En muchas casas de duelo, dejamos bien en claro las reglas para limitar las selfis'. O le decimos a la gente que las familias no las permiten", acotó.
Sin embargo, hay quienes esconden su celular hasta el momento en el que nadie los ve y se toman una foto con el ataúd abierto. En estos casos, muchas imágenes terminan en las redes sociales, precisó el empresario fúnebre.