"En el año 2016, empresas extranjeras como Rosneft apostaron a invertir con PDVSA rompiendo así el estigma con el que se pretendía rodear a Venezuela y a su empresa más importante de que es un país donde las inversiones no pueden darse, que es un país quebrado", señaló el ingeniero egresado de la Universidad Central de Venezuela.
Con respecto, al acuerdo que aprobó la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) de mayoría opositora en el que rechaza "la venta ilegal" de acciones de la estatal Petromonagas a la empresa rusa Rosneft, opinó que forma parte de la actitud "dañina" que emprende el poder legislativo contra el patrimonio nacional.
"La desconfianza que no se logró crear, ante los informes que publicaron numerosas calificadoras de riesgo, intentan impulsarla al decir que el acuerdo entre Rosneft y PDVSA, pueden revertirse y carece de legalidad", acotó.
El Parlamento venezolano fue declarado en desacato en agosto de 2016, luego de que su junta directiva decidiera incorporar a tres diputados de la región cuya elección fue cuestionada, ante numerosas denuncias de fraude electoral.
Paravisini hizo hincapié en que Venezuela consiguió la colocación de bonos y una reestructuración de la deuda, "cuando todos los rumores hablaban de una PDVSA quebrada, logró una reestructuración de su deuda en condiciones ventajosas y con los objetivos que se había propuesto, eso no estaba en los planes de la oposición".
"Ninguna empresa invierte para perder, y el invertir en Venezuela es sin duda beneficioso", indicó.
En cuanto a los señalamientos del Parlamento de que Rosneft posee el 40 por ciento de Petromonagas, apuntó que es "absolutamente legal", pues la Ley Orgánica de Hidrocarburos autoriza la creación de empresas mixtas, siempre que el Estado mantenga no menos del 60 por ciento de la participación accionaria.