Sputnik conversó con Ksenia Malina, fotógrafa rusa que tuvo su tercera hija en Buenos Aires, para averiguar qué es lo que atrae a las mujeres embarazadas de Rusia a un país latinoamericano tan lejano.


"Me lo pasé genial en Buenos Aires. (…) La gente allí es muy simpática, habladora, sonriente y generosa. Tratan muy bien a las embarazadas, con mucha atención y siempre les ayudan. (…) La naturaleza es preciosa. Tuve la oportunidad de ver las cataratas. También me encantó la comida: las empanadas, la carne y el dulce de luche conquistaron mi corazón", describe emocionada la feliz madre.

"Mis dos primeros hijos nacieron en Moscú y yo estaba muy contenta. En Buenos Aires, algunas cosas me sorprendieron: por ejemplo, la mujer y el niño permanecen menos en el hospital tras el parto, no se sigue una dieta especial después de la cesárea, en la habitación puede entrar gente sin batas. Es decir, algunas cosas son menos estrictas que en Rusia, por eso a las rusas nos parecen inusuales. Pero me encantó el ambiente muy positivo y el trato muy atento y alegre a las mujeres y a los bebés", compartió con Sputnik la mujer. Le sorprendió que en Argentina vacunen a los fetos, mientras el bebé está en el vientre.


"¡Como tratan a las embarazadas es algo fantástico! En todos lugares te ceden el paso, el asiento, te ayudan", añadió.
Encantada con la cultura, el ambiente y la naturaleza, la fotógrafa rusa espera volver pronto a Argentina y recorrer todo el país.
