Decenas de diplomáticos estadounidenses tomados como rehenes por los estudiantes revolucionarios que se apoderaron de la Embajada de EEUU en Teherán en 1979 podrían haber formado parte de una operación secreta durante su cautiverio de 15 meses. Las agencias de inteligencia de Estados Unidos tenían un escuadrón de personas con capacidades telepáticas entrenado por militares, según ponen de relieve los documentos.
Oficialmente, estas personas trabajaron para la inteligencia del Ejército estadounidense. Sin embargo, los documentos desde la base de datos de la CIA revelan que sus esfuerzos fueron monitoreados y apoyados por una amplia gama de agencias de inteligencia gubernamentales, así como por comandantes del Pentágono.
Los mismos 'expertos' fueron consultados antes de la incursión militar secreta de EEUU que intentó liberar a los rehenes en abril de 1980. Aquella operación terminó en desastre, cuando un avión y un helicóptero colisionaron.
Más de la mitad eran "enteramente incorrectos", agregó. Y aunque 59 contenían información que era parcial o posiblemente correcta, el coronel señaló que "estos mismos informes a menudo incluían datos erróneos". Sin embargo, los oficiales del Ejército que supervisaban la operación Grill Flame se opusieron intensamente a la evaluación del coronel de la Fuerza Aérea, alegando que el 45% de los informes 'telepáticos' contenían alguna información precisa que no podría haber sido obtenida de ningún otro modo.