Sin embargo, los sucesos del último año, entre ellos el apoyo aéreo de Rusia al Ejército de Bashar Asad, ha ayudado a que el control de Daesh se debilite, se explica en el artículo.
Durante los meses que siguieron a la liberación de Palmira a finales de marzo de 2016, la Compañía Nacional de Petróleo de Siria lanzó proyectos en las cercanías de la ciudad, que de continuar con éxito y no caer en manos de los terroristas, podrían aumentar la producción de crudo del país.
Poco a poco, el Gobierno sirio continúa con su campaña para recuperar el país y con ello los yacimientos de gas y petróleo que le pertenecen. Los más importantes se encuentran en la región de Deir Ezzor, a lo largo del río Éufrates, actualmente bajo fuerte control de los terroristas. Recuperarlos significaría vencer a los islamistas por completo.
Pero incluso después de acabar con Daesh, la recuperación del país y de la infraestructura energética costará más de 40.000 millones de dólares, más de la mitad del PIB sirio. Actualmente, la extracción de gas y petróleo es responsable de tan solo el 3% del PIB de ese país, explica el autor del artículo.
Esto significa que Damasco tendrá que pedir la colaboración de compañías extranjeras, dispuestas a trabajar junto al Gobierno de Asad en un periodo de posguerra. Desde 2011, tanto Europa como EEUU prohibieron totalmente la importación o el transporte de crudo sirio, por lo que es improbable que Asad entregue concesiones a compañías occidentales para la extracción o el refinamiento de petróleo.
Siria presenta a la #ONU una lista de implicados en el comercio de #petróleo de #Daesh https://t.co/0k5404SE66 pic.twitter.com/PE3O3o81Zi
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 4 апреля 2016 г.
A la vez, el Gobierno invitó a Rusia a realizar actividades de exploración en la plataforma continental siria en el mar Mediterráneo, lugar que podría ser tan rico en recursos como los territorios más al sur. Sin embargo, recalca el experto, la tarea principal actualmente es liberar a Siria del yugo terrorista.