Couchsurfing, que en inglés significa algo así como 'surfear en sofás', comenzó a funcionar en 2005, como un mecanismo de intercambio entre viajeros que buscan hospedaje y anfitriones que no tienen problema en ofrecerles un rincón de su hogar para compartir. Pero para participar no es necesario estar de viaje o tener casa propia para ofrecer. Los que no pueden o no quieren recibir gente en su propia casa, se pueden proponer como guías para mostrar su ciudad, ir a tomar un café o hacer un paseo con el viajero.
De la misma manera, los viajeros pueden optar solo por salir un rato con gente del lugar, sin tener la necesidad de quedarse en su casa. Es posible que prefiera pernoctar en un hotel, un hostel o un camping, pero aproveche la red para conocer gente y tener compañía de residentes o bien de otros extranjeros. De esta manera, hace más rica la experiencia.
En Zona Violeta, hablamos con Martín Levy, argentino miembro de Couchsurfing desde 2007 y embajador de la red social en Buenos Aires, quien contó los secretos de la web y dio consejos para quienes recién se inician en este tipo de comunidades.