El 23 de febrero, la Audiencia Nacional condenó al expresidente del FMI por un delito de apropiación indebida y administración desleal al utilizar y permitir a otras personas el uso de tarjetas opacas de la entidad bancaria Caja Madrid, después transformada en Bankia, que Rato presidió entre 2010 y 2012.
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En total, 65 personas fueron condenadas por el uso de esas tarjetas, la mayoría representantes de partidos políticos y sindicatos, que en conjunto gastaron más de 15 millones de euros en asuntos personales con ese instrumento ilegal.
"El montante de dinero que representaba el uso de esas tarjetas no se incluía dentro de las relaciones contractuales ni figuraba en el certificado que Caja Madrid facilitaba cada año para que sus directivos realizaran sus respectivas declaraciones de la renta", recoge la sentencia.
El expresidente del FMI afronta, además del caso relativo a las tarjetas opacas, procesos judiciales sobre supuestas irregularidades en la salida a bolsa de Bankia cuando presidía la entidad.
Las fuentes judiciales consultadas por la Cadena SER apuntaron que, a pesar de ello, el fiscal cree que no existe riesgo de fuga debido a su fuerte arraigo en España.
Además, esas fuentes señalaron que la pena de Rato es inferior a cinco años de cárcel, que es el límite habitualmente utilizado por la Fiscalía para solicitar penas de prisión.