Desde hace mucho tiempo, las leyendas se extienden imparables por el mundo. La gente cree que algunas tumbas antiguas pueden estar malditas y, si uno trata de robar sus tesoros, morirá enseguida o al poco tiempo.
Mientras que el personal del hospital trataba de salvar la vida del supuesto minero, tres de sus compañeros quedaron inconscientes.
Tras este empeoramiento en el estado de salud de los pacientes, los médicos decidieron llamar a la Policía que, posteriormente, descubrió que los hombres no eran trabajadores de las minas, sino que formaban parte de un grupo que se dedicaba a saquear tumbas antiguas.
Supuestamente, la tumba que habían tratado de robar data de la época de la dinastía Song, que reinó en China entre los años 960 y 1279.
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