Durante una semana, el valle de Coachella (California, EEUU) acogió a un visitante huraño y antisocial. Su nombre era Shybot, tenía seis ruedas y su único propósito era recorrer el desierto de Sonora evitando a los seres humanos a toda costa.
El robot fue diseñado por la artista italiana Norma Jeane y un equipo de ingenieros para la exposición de arte contemporáneo DesertX. Shybot está equipado con una cámara que transmite su perspectiva en vivo a los espectadores de la exposición.
Para superar la timidez extrema programada en Shybot, la artista empleó drones para seguirlo desde el aire (aunque se asustaba si se acercaban demasiado) y lo equipó con GPS para que pudiera ser rastreado en tiempo real.
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De acuerdo con la declaración de Norma Jeane, esta experiencia fue una "fantasía del desierto sublime: la máquina se soltó en el paisaje, libre del determinismo humano que hasta ahora había constreñido su existencia".