En este contexto, la Agencia Internacional de Energía reflejó que a mediados de febrero los inventarios de crudo de EEUU registraron un "impulso significativo" de 9.5 millones de barriles. Pero no solo eso: también disminuyeron en 1,34 millones de barriles diarios la importación del hidrocarburo.
De acuerdo con dicho ente, actualmente EEUU exporta más petróleo que algunos miembros de la OPEP, como son los casos de Argelia, Ecuador o Catar. Mientras, el Departamento de Energía de EEUU informó del aumento semanal de 8,2 millones de barriles en las reservas de crudo, cuadruplicando lo que habían calculado los analistas.
Esta subida de las reservas de crudo en EEUU se debe al aumento de la producción de petróleo por "fracking", como consecuencia de la recuperación de los precios del barril tras el acuerdo alcanzado por la OPEP y otros países no miembros del organismo, en diciembre pasado.
En la coyuntura actual, esto puede derrumbar la remontada del precio del petróleo. El economista argentino Luis Palma Cané explica que "si Trump, con su megalomanía de 'EEUU primero' (…), en vez de acotar la producción, quiere propulsarla, (…) esto perjudicaría al precio (del petróleo) y al final no sea cosa que caiga más de lo que aumenta el volumen de producción, entonces ahí el ingreso total se va a caer".
"De modo que es probable que Trump siga insistiendo en aumentar el volumen de producción, pero en su mismo aumento va a estar su condena, porque si aumenta la producción, aumenta la oferta, y si aumenta la oferta, baja el precio, y si baja el precio a niveles por debajo de 50 dólares por barril, muchas empresas de fracking no van a poder subsistir económicamente porque no le da la relación costo-beneficio", sentencia el economista.
Dicho de otro modo, el mercado del petróleo caería en un bucle sin salida. En ese contexto, y según se desprende de fuentes vinculadas al Ministerio de Energía de Rusia, esta situación se observa con mucha atención. Al respecto, hace algunas semanas el ministro ruso de Energía, Alexandr Novak, dejó abierta la posibilidad a un acercamiento entre la OPEP y países productores no miembros del organismo con EEUU, para conversar sobre su incorporación a la estrategia de bajada de cuota en la producción de petróleo.
Para Luis Palma Cané eso es posible, porque "a nadie le conviene, de los países productores de petróleo, que el precio (por barril) vuelva a caer a esos niveles de 30, o incluso hasta los 25 dólares. Lo cual, hace que no sea descartable que EEUU, ya sea de forma explícita por un acuerdo, o de forma implícita por decisión propia, ajuste un poco su nivel de producción"
"De todas formas aquí hay un problema de implementación 'bis a bis' Rusia, por ejemplo, donde basta una orden del Ministerio de Energía, o de alguna autoridad competente, para que la oferta (producción) se reduzca inmediatamente. En cambio en EEUU, es un mercado abierto de libre competencia", explica.
Es decir, "no es tan fácil decirle a un petrolero de Texas que baje un 10% su producción. Se le puede sugerir, pero no de la forma en que lo podrían hacer Rusia y la mayoría de los países de la OPEP", concluye Luis Palma Cané.
