Al renunciar las enmiendas, la Camara Baja, que anteriormente aprobó la normativa en su versión inicial, cumplió la petición del Gobierno que había insistido en que permaneciera sin cambios y que cualquier enmienda puede dañar las futuras negociaciones.
El Gobierno impuso su voluntad de proceder con la activación del Brexit con una ley "simple y limpia" de cualquier añadido a sus 135 palabras originales.
"Las enmiendas son innecesarias, crearán incertidumbre y perjudicarán la posición del Gobierno", defendió en los Comunes el ministro del Brexit, David Davis.
Solo dos diputados "tories" desafiaron a May votando a favor de proteger los derechos de los estimados 3,3 millones de comunitarios residentes en Reino Unido.
La segunda enmienda, que garantizaba por ley el voto del Parlamento al acuerdo que surja de las negociaciones, cayó por 45 votos de diferencia.
El proyecto de ley estaba destinado a aprobarse sin enmiendas a su retorno a la Cámara Alta, el lunes 13.
Si los lores aprueban la normativa, se requerirá solamente la conformidad real, el guion que permitirá a la primera ministra británica, Theresa May, iniciar oficialmente la salida de la UE ya el martes.
Los diálogos con la UE sobre las condiciones del Brexit podrían extenderse durante dos años.
Uno de los temas claves es el estatus de los ciudadanos europeos que radican en Gran Bretaña y el de los británicos que viven en Europa continental.
En junio de 2016, el Reino Unido celebró un referéndum sobre la permanencia en la UE, en el que el 51,9% de los británicos votó a favor del Brexit, o la salida de la Unión Europea.