Sin embargo, el nivel de población reclusa es inferior a la media europea, aunque la masificación esté entre las más altas del continente.
"Es la cuarta cifra más alta de toda Europa, solo por detrás de Macedonia, Hungría y Bélgica y a la misma altura que Albania", apunta.
Como en la mayoría de países europeos, la ley penitenciaria española obliga a alojar a un solo preso por celda, sin embargo, esto no siempre se cumple.
"Nadie duerme en el suelo, pero al alojar a más de una persona por celda, se fuerza la ley. Una insuficiencia que existe desde hace más de 10 años no puede calificarse de temporal", aseguró Marcelo Aebi, director de la encuesta sobre prisiones.
Estos datos muestran un déficit de espacio en las cárceles, dado que según las últimas cifras, se dispone de 53.512 celdas, mientras la población penitenciaria es de 64.017 personas.