Los especialistas analizaron el tamaño y la forma de la nariz de diversas personas de África Occidental, Asia del Sur y Europa del Norte y determinaron que las diferencias nasales ente estos grupos eran demasiado grandes como para ser producto de la causalidad.
Los investigadores descubrieron que las fosas nasales anchas eran comunes en individuos cuyos antepasados habían habitado en regiones con grandes cantidades de vapor de agua en el aire.
Paralelamente, los científicos no descartan la influencia de otros factores en la evolución nasal de diversos pueblos, como por ejemplo la elección de pareja y los cambios genéticos.
En el futuro esperan estudiar la relación entre la forma de la nariz y el riesgo de sufrir diversas enfermedades respiratorias, especialmente en climas diferentes a los de sus antepasados.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 21 апреля 2016 г.