La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de EEUU informó que el costo estimado por unidad del CH-53K había aumentado alrededor del 14% de lo estimado. Según la información proporcionada directamente por el Cuerpo de Marines a los legisladores de la Cámara de Representantes este año, ahora se espera que los helicópteros cuesten un 22% más de la estimación básica, por lo que el precio definitivo sería de 122 millones de dólares por unidad.
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El Cuerpo de Marines tiene previsto "comprar 200 aeronaves de este tipo, y el aumento del costo multiplicado por 200 veces es una enorme cantidad de dinero". El aumento de 27 millones de dólares en comparación con el costo básico de 95 millones de dólares, multiplicado por 200, equivale a unos 5.400 millones de dólares —cálculos propios de Sputnik—.
"Incluso si no hay un crecimiento adicional de los costos, vale la pena señalar que el precio de 122 millones de dólares por aeronave es superior al costo de un avión F-35A para la Fuerza Aérea por un margen significativo", sostuvo la congresista demócrata Niki Tsongas, citada por la revista.
Aparte de un costo absurdamente alto, el CH-53K King Stallion y el F-35A tienen otra característica en común: ambos son fabricados por Lockheed Martin, puesto que Sikorsky es una de sus subsidiarias, la cual fue adquirida en 2015.
