Ernesto Alonso visitó por quinta vez el archipiélago desde el final del conflicto, en el que participó como soldado conscripto. Para el argentino, que integra la Comisión Provincial de la Memoria de Buenos Aires (CPM), el vínculo entre el continente y los isleños está fuertemente condicionado por la presencia militar británica en Malvinas.


Según el excombatiente, la base militar británica apostada en el territorio austral tiene como fin "ser el instrumento del poder económico" para la "explotación de recursos naturales", como la pesca y, "a futuro", los hidrocarburos.

Sin embargo, para el integrante del CECIM, también significa "una puerta de entrada a la Antártida".
"Los intereses que están aquí en juego —por ser un punto geopolítico y estratégico— son inmensos. El conflicto de Argentina no es exclusivamente por las Malvinas: están además las islas Sandwich, las Georgias del Sur y la Antártida", resaltó el entrevistado.
Por eso, "toda la información se obtiene a través de la BFBS, la señal de las Fuerzas Armadas británicas en todo el globo terráqueo". Algunas comunidades de sudamericanos residentes en Malvinas no pueden ver canales de sus países de origen, mencionó.
El referente del CECIM dijo que la comitiva de la CPM que visita Malvinas hasta el 18 de marzo no aceptó reunirse las autoridades de las islas por considerarlas "ilegítimas", en sintonía con el "reclamo histórico de la República Argentina" para que el Reino Unido cumpla "con más de 40 resoluciones de ONU que instan a las partes a sentarse a negociar".
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Sin embargo, los excombatientes van a "seguir intentando establecer algunos vínculos" entre los isleños y el continente, que se rompieron con el conflicto armado de 1982. Antes de la guerra, Alonso destacó que "había una comunicación continua" y lazos con Argentina, como vuelos regulares, la presencia de empresas estatales y de maestros oriundos del continente.
"Lamentablemente lo que rompió ese vínculo de la población isleña con el área continental fue el conflicto armado, la dictadura militar. Nos cansamos de explicar que no fue una decisión del pueblo argentino sino la decisión de una dictadura militar", dijo Alonso.
Poco antes de la entrevista, el estruendo y la columna de humo que dejó la explosión programada de una mina terrestre recordaba la cercanía del conflicto. Alonso era parte del Regimiento VII, "el que tuvo la mayor cantidad de bajas" durante la Batalla de Monte Longdon. Por eso, lo considera "un sitio de la memoria".
"Nosotros vinimos a plantear distintos ejes y uno de ellos es la falta de justicia con los delitos cometidos contra los propios soldados argentinos por las Fuerzas Armadas Argentinas. Hemos realizado algunos señalamientos en los lugares donde sabemos que hubo este tipo de torturas", explicó el excombatiente.
Alonso expresó que "hay una responsabilidad directa del Poder Judicial argentino por no avanzar en la investigación", a diez años de radicada una denuncia en un juzgado federal de Tierra del Fuego por estas "graves violaciones a los derechos humanos".