En su proceso de división, las células acumulan irregularidades y mutaciones en su ADN y con el tiempo dejan de dividirse, estado en el que pueden permanecer durante mucho tiempo.
Un equipo internacional de la Universidad Erasmo de Rotterdam (Países Bajos) y la Universidad Médica de Gratz (Austria), así como del Instituto de Estudios de la Vejez Buck (California), demostró que con una terapia programada, dirigida a la supresión de cierta proteína del ADN 'responsable' de mantener con vida a las células viejas, podía revertirse este proceso.
Además, el ensayo ha demostrado su eficacia en los tres escenarios estudiados: en los ratones que envejecieron de forma natural, en los que envejecieron genéticamente y en aquellos que fueron sometidos a sustancias químicas.
"Podemos constatar que una terapia dirigida contra las células envejecidas es prometedora incluso cuando la salud ya ha empeorado, porque ayuda a restablecer el funcionamiento normal de las células", afirman los autores del artículo publicado en la revista Cell.
Todavía es temprano para hablar de la 'repetición' del efecto logrado en roedores en los seres humanos, pero los científicos afirman que quieren probar en las personas sus futuras investigaciones.