De acuerdo con el último informe del Ministerio de Salud del país, 492 casos de fiebre amarilla fueron confirmados, especialmente en el estado de Minas Gerais y en el restante de la región sureste, que abarca además San Pablo, Río de Janeiro y Espírito Santo. El comunicado oficial también confirmó 162 muertes por la enfermedad, mientras otras 95 siguen siendo investigadas.
"Esto se ha podido comprobar a través de la colecta de mosquitos y también por la mayor incidencia de casos en varones jóvenes, quienes se van de paseo, por ejemplo, a zonas silvestres y retornan picados. Si fuera un brote por Aedes Aegypti tendríamos más casos de mujeres y niños infectados, ya que se trata de un mosquito de hábitos urbanos que penetra las casas", explicó.
Sin embargo, la necesidad de combatir el villano más conocido se hace todavía más imponente porque al picar a una persona infectada puede potenciar la proliferación de la epidemia. Según Tauil, el Aedes Aegypti llegó a ser eliminado en Brasil y otros 17 países de las Américas en la década de 1950, pero el éxodo rural y la inflación de la población urbana posibilitó su reaparición.
"En 2008, por ejemplo, tuvimos un brote de fiebre amarilla por Aedes Aegypti en Paraguay. El 85% de la población vive en áreas urbanas y eso hace que la gente viva en condiciones precarias, sin saneamiento básico, entre otras necesidades básicas. El Aedes Aegypti se enamoró de esas condiciones para reproducirse. Recientemente llegó a ser encontrado en Canadá, donde pensábamos que no se adaptaría debido al clima", contó.
El experto afirmó que se está estudiando la posibilidad de incluir a la vacuna contra la fiebre amarilla en el calendario obligatorio de inmunización infantil, como una forma de proteger a las próximas generaciones. Actualmente, la prevención es solamente una recomendación en los territorios que suelen ser afectados por los ciclos de epidemias, que solían tener un intervalo de cinco a siete años.
"Hoy en día ya no se puede hablar de ciclos. Anualmente se registra por lo menos algún caso de fiebre amarilla y es muy preocupante", advirtió.